Historia de la Cerveza Valdiviana

La tradición de la Cerveza Valdiviana, tiene su origen en la Cervecería Anwandter, fundada en 1851 por Karl August Wilhelm Paschen Anwandter Fick (1801-1889). En su casa particular comienza a producir cerveza en forma artesanal para el consumo familiar. Según el relato de RichardAnwandter, fue debido al deseo de su madre, quien anhelaba probar una cerveza, la bebida favorita de los alemanes, aquella que rememoraba vivamente su patria -su hogar abandonado- sentía verdadera nostalgia por la cerveza nacional. Esto motiva a su esposo, Carlos Anwandter a elaborar una cerveza totalmente artesanal para el consumo doméstico. Anwandter tenía gran conocimiento farmacéuticos y había estudiado el arte de la fabricación de la cerveza en 1829, y que sumados a su participación en Alemania de la Comisión Cervecera de Caleu, y apoyándose en la pequeña fortuna que había traído desde Alemania, se pone mano a la obra utilizando los más rudimentarios y caseros recipientes y aparatos. Fabricó la primera cerveza de Valdivia, sin imaginarse que éso sería el punto inicial de una gran industria y reconocida celebridad de la marca Anwandter. Al inicio produce 18 botellas al mes, suficiente para el consumo personal en el hogar de los esposos Anwandter.

Esta primera cerveza fue un gran acontecimiento en la ciudad. Anwandter, primero invitó especialmente a sus amigos colonos -al igual que Él- a hacer un brindis por la patria lejana y siempre presente –por la Vaterland. “En medio del natural egocijo producido, sus amigos incitaron a don Carlos para que siguiera produciéndola. Así lo hizo el hidalgo alemán, y pudo sucesivamente satisfacer el deseo de todos sus compañeros de destierro y de trabajo. Se recuerda todavía que en aquellos primeros tiempos, los propios hijos de don Carlos repartían a los abonados la cerveza en cajones de 21 botellas, y es original observar que le costumbre de usar los cajones así dispuestos ha sido conservada religiosamente por sus descendientes, como si en ello se complacieran en respetar el mandato sagrado del que llena sus grandes afectos, del primer Anwandter”. Así es como se ccomienza a promover su delicioso brebaje entre los miembros de la naciente colonia alemana radicada en Valdivia. Anwandter y sus hijos, empezaron a producir cerveza para el comercio, y ofrecerlos de casa en casa –la estrategia puerta a puerta- recorriendo la ciudad en una carreta tirada por caballos (Bierwagen). En 1855 aparece el pack o cajita con 21 botellas de cerveza.

Anwandter Bock

Más tarde se importan desde Alemania diversos equipos, permitiendo aumentar la capacidad de producción. En el año 1858, Carlos Anwandter, les entregó el pequeño negocio a sus hijos Germán y Ricardo que ya contaban con la patente de Maestros Cerveceros del Reino de Baviera (su hijo mayor tenía 32 años, Wilhelm, 24 y el menor Georg 17). Bajo la nueva dirección, la cervecería entró en una nueva fase de desarrollo que se caracterizó por la utilización de maquinarias y la apertura de nuevos mercados. Esta apertura surge tras el establecimiento de la primera línea de maquinarias a vapor en el proceso productivo de la cervecería y que, sumado al creciente cabotaje entre los puertos de Corral y Valparaíso, se consolida el tráfico marítimo regular entre Valdivia y Valparaíso en 1862. Esto posibilitó incursionar en los mercados del centro y después del Norte de Chile.

Los hermanos Anwandter construyeron nuevas instalaciones, como por ejemplo unas enormes bodegas para el almacenamiento de cebada y comenzaron a utilizar un motor a vapor en la línea de producción. Como consecuencia de esta primera expansión, la empresa instaló oficinas de ventas en Valparaíso, Concepción y Santiago, así como numerosos depósitos y agencias con representantes locales de la Cervecería Anwandter en los distintos puertos de las provincias del Norte.

En el año 1873 los hermanos Anwandter transformaron su empresa en una Sociedad Anónima familiar, a la que denominaron “Anwandter Hermanos”, que contaba con un capital de giro de 50.000 pesos. En los años 1874 y 1882 se concretaron dos nuevas ampliaciones en la fábrica a la cual se incorporaron modernas maquinarias importadas desde Alemania. Entre estas se contaban dos máquinas a vapor -50 y 15 HP, respectivamente. En la década de 1890, se instalaron además cámaras de frío, bombas de aire a presión y filtros.

El efecto de la introducción de nuevas maquinarias y tecnología, queda en evidencia al observar la estadística de producción anual de la fábrica. En el año 1871 la producción ascendía a 700.000 litros. Hacia 1879 ésta ya alcanzaba los 1,5 millones de litros. En 1882, es decir después y durante las primeras ampliaciones y modernizaciones mencionadas anteriormente, la producción ascendió a 2,5 millones y en 1884 llegó a 3,8 millones de litros anuales. Hacia 1894 la producción anual de cerveza se situaba en torno a los 8 millones de litros. En el año 1900 la Cervecería, producía más de 12 millones de litros anuales, de los cuales una pequeña proporción se vendía en diversos países de Sudamérica, especialmente en Bolivia, y en las Oficinas Salitreras del Norte de nuestro país. Después de que la empresa dotara su casa matriz y sus agencias de venta y Depósitos en Valparaíso (1877 y otra representada por P. Nielsen & Co), Santiago (representada por Germán Odhaver) y Concepción de bodegas de almacenamiento más amplias, así como de fábricas de hielo y de máquinas de “llenado”, la producción en 1914 se situó en 25 millones de litros anuales de producción anual.

Medallas Anwandter

En este proceso constante de crecimiento en la elaboración de la cerveza desde sus inicios, conlleva una directa relación en la demanda y consumo de materias primas -de las cuales el lúpulo y la cebada eran dos de las más importantes. Mientras en 1889 el consumo de lúpulo alcanzaba los 30.000 Kg., en 1898 se situaba en 35.000 y en 1914 ascendía a 60.000 Kg. Hasta fines del siglo XIX esta materia prima tuvo que ser importada directamente desde Baviera, ya que los diversos intentos de los Anwandter de cultivarla en Valdivia fracasaron. Las importaciones de lúpulo -a comienzos de la década de 1890- equivalían al 30% del total importado por la industria en el país.

La cerveza valdiviana aferrada al orgullo local, gana prestigio y preferencias en el mercado interno de nuestro país. De la mano de los Anwandter, la identidad valdiviana será sinónimo de la Buena Cerveza, el mejor secreto guardado en las entrañas del bosque Siempreverde, la pureza, frescura, cristalina, muy blanda y calidad de sus vertientes naturales.

Chile, en 1900 contaba con 63 fábricas cerveceras aproximadamente, y en parte por las estrechas relaciones y prestigio ganado de los hermanos Anwandter, quienes sostenían acercamientos con la Sociedad de Fomento Fabril –SOFOFA-, los fabricantes nacionales de cerveza obtuvieron de las autoridades una rebaja en el arancel de importación del lúpulo. Esta reducción tarifaria del 5% que fue activamente promovida por la SOFOFA, entró en vigencia el 23 de diciembre de 1897.

No obstante lo anterior y debido al sostenido ascenso de la demanda por lúpulo, la industria cervecera, acelera su cultivo en campos de la zona central de Chile, cuyos suelos y clima eran más aptos y menos limitados que los del Sur. Sin embargo la agricultura local y los campos del centro del país, hacen un esfuerzo para aumentar las superficies plantadas del lúpulo y cebada. La función que desempeñaron los Anwandter en este proceso fue cabal, ya que su cervecería absorbía entre el 30 y 40% de toda la cebada que se consumía en Chile (1873, 4243 quintales métricos. 1884, 24000. 1898, 40000 y 1914, 80000). El gasto anual de cebada en la cervecería de los hermanos Anwandter evolucionó de tal manera, que el consumo trajo consigo el aumento de la demanda por la cebada de Valdivia con respecto al resto del país.

En 1883, la Cervecería Anwandter, dominaba el 50% del mercado nacional en el consumo de cerveza. Logra reducir la demanda del brebaje importado en Chile, que paulatinamente comenzó a ser sustituido por la cerveza chilena (La importación disminuyó lentamente entre los años 1883 y 1893 y fue acentuada desde 1894). La excelencia y alta calidad de la cerveza Anwandter, le permitió exportar a Bolivia, Perú, Panamá hasta los países de la costa Occidental de Sudamérica. Fue un competidor directo de las cervezas importadas de los orígenes más diversos, especialmente con la inglesa. De hecho, la calidad de la cerveza Anwandter fue reconocida en distintas exposiciones nacionales e internacionales, además hicieron frente a la competencia extranjera a través de la producción de distintos tipos de cerveza, tales como: Normal, Lager, Baviera, Pilsener y Negra.

La calidad de la cerveza valdiviana se consolida al obtener el Primer Premio en la Exposición de Agricultura de Santiago (1869) y Primer Lugar en la Exposición Internacional de Santiago (1875). Además de los trofeos y medallas en las Exposiciones internacionales de: Lima; Universidad de París (1889); de Buenos Aires (1892 y 1900); en Centro América (1897) y en la Panamericana de Buffalo (1901).

Hay que mencionar que varios emprendedores valdivianos –colonos alemanes o hijos de éstos- dan empuje al enriquecimiento del mercado cervecero local. Afines del Siglo XIX, en Valdivia existían varias fábricas de cervezas, entre las cuales sobresalen: Teodoro Eimbecke, Conrado Hafner, Gustavo Roepke & Hijos (todas absorbidas por la fábrica Anwandter. La última en 1903) y Federico Hettich.

Anwandter Bock

Para mantener la calidad de su producto y de asegurar el abastecimiento de la leña en el consumo energético de la fábrica, los Anwandter adquirieron en 1898 un fundo de 4.500 hás. en las cercanías de Valdivia (Fundo el Molino de propiedad de José Manuel Adriasola Martel, ubicado entre Estancilla y Cutipay al interior, colindando con el Río Cruces en su deslinde Oriental), este predio contaba con abundante reservas de agua con altos grados de pureza y de extensa superficie de bosque nativo. En la parte alta del Fundo el Molino, el Ingeniero Juan Antoine, fue el responsable de construir un embalse (costo de 1.000.000 pesos aproximadamente) con sus canales y aducción, desde donde el agua era transportada bajo el lecho del Río Cruces y de toda la Isla Teja, hasta la fábrica misma, a través de tuberías metálicas subterráneas (en 1891, La Cervecería Anwandter consumía 36.500 m³ de leña. En 1893, ascendía a 50.000 –equivalente al 20% del consumo de la ciudad- En 1890, la fábrica incorpora la energía eléctrica para mover las máquinas. Se instala una hidroturbina, con una capacidad de generación de 900 KW, a un costado de la fábrica en el río Valdivia, en Isla Teja).

En Julio de 1889 fallece Carlos Anwandter y sus hijos (Germán, Carlos, Ricardo y Otto y su yerno Teodoro Körner) asumen la dirección de la empresa. Como resultado de su gestión, hacia 1898 la fábrica exhibía edificios e instalaciones nuevas donde ya trabajaban alrededor de 300 operarios con moderna maquinaria. Hacia comienzos de los años 90 el trabajo estaba dividido en 4 turnos de 6 horas, lo que posibilitaba que la planta estuviera en funcionamiento permanente.

Para poder disponer de un mayor capital y financiar el aumento de la capacidad de producción de la cervecería, en 1905 la empresa fue transformada en una Sociedad Anónima Abierta (Sociedad Anónima Compañía Cervecera Valdivia: Ernesto Frese como Presidente del Directorio; Carlos Anwandter, Vicepresidente; Carlos Menke, Secretario, Ricardo Anwandter, Gerente, y Eric Anwandter –nieto- como Jefe de Producción), con un capital inicial de 3, 5 millones de pesos da Capital, que pronto fue elevado a cuatro millones.

Incendio Cerveceria Anwandter“Es el Gerente de la fábrica don Ricardo Körner y corre directamente con la producción don Eric Anwandter, nieto del fundador, lozano retoño de la vieja cepa, simpático e inteligente joven de sólo 26 años y ya a cargo de tan importante empresa. Tuvimos el agrado de encontrar a don Eric con su burdo traje de trabajo: tal cual comprendemos al industrial activo y progresista, despreocupado de su persona mientras dura la diaria labor, y sólo preocupado de la buena marcha del establecimiento y de los múltiples detalles que exige la complicada producción de la cerveza. El señor Anwandter, joven de fortuna, puede con orgullo decir, soy el primer obrero de la fábrica. Es don Eric una persona sumamente entendida en el ramo que dirige. En sus ansias de saber y para completar su instrucción en la materia, fuese en años pasados a Europa y no vaciló Él, joven de fortuna como hemos dicho, en ingresar como simple obrero a las más renombradas fábricas de cerveza del Viejo Mundo y a las escuelas especiales. Trabajó en ellas con ahínco durante dos años y medio, observó y estudió cuánto podía serle para el objeto que perseguía imponiéndose así personalmente de los más adelantados procedimientos de fabricación, y regresó instruido y satisfecho a Chile a dar considerable impulso al gran establecimiento de Valdivia, dirigido ya sucesivamente por tres generaciones de Anwandter. ¿No es realmente hermosa semejante no interrumpida tradición de trabajo, dentro de una misma familia, de padres a hijos, durante el espacio ya largo de medio siglo, y no es de sobra merecido que la fortuna haya cobijado siempre bajo sus alas protectoras esa fábrica, cuyos productos no sólo recorren todo el mercado nacional, sino que, desde hace tiempo han traspasado las fronteras de la República y Ilevado al extranjero el nombre de Chile?
Terminada, nuestra visita a las distintas secciones de la fábrica, nos invitó don Eric a beber una copa de su cerveza, Pilsener, que ya había sido y que continuó siendo, nuestra bebida favorita durante toda aquella temporada, sin otro límite que el de nuestra temperancia y el de la conveniencia de no beber el agua malsana que se consume en la ciudad. Es sin duda la, cerveza de esa marca la mejor de cuantas cervezas nacionales conocemos. Y es también en Valdivia la más popular.

¡Y cuán hermoso el sitio en que nos encontramos!. En la terraza del bello jardín que enfrenta las casas de la familia Anwandter, en medio de las flores, de los grandes árboles y de la vegetación exhuberante de aquella región, con el río inmediato allá abajo, el río de la tranquila y azulada superficie, que comunica al paisaje incomparable de Valdivia una nota transparente de alegría, ahí conversábamos con el joven y robusto descendiente de aquel viejo Anwandter, patriarca de Valdivia. de aquel patriota alemán, que, años atrás, y visitando también la fábrica, habíamos divisado, anónimo y venerable y ya retirado del trabajo, tras las vidrieras de una de las ventanas de la vieja casa de la familia por Él edificada, como si se le conservara como cosa preciada en un conservatorio, y nos complacíamos en recordar en esos momentos las hermosas palabras pronunciadas por el entonces joven Anwandter al pisar la tierra chilena, y que se nos habían quedado retenidas no sabemos si en la memoria o cerca del corazón: ‘Seremos chilenos honrados y laboriosos como el que más lo fuere, unidos a las filas de nuestros nuevos compatriotas, defenderemos nuestro país adoptivo contra toda agresión extranjera con la decisión y firmeza del hombre que defiende a su patria, a su familia, y a sus intereses”(José A. Alonso, 1900).

En 1912 un incendio de grandes proporciones destruyó una parte importante de las instalaciones de la cervecería, lo que además implicó la paralización de la fábrica por un tiempo prolongado.

Los Anwandter realizan un enorme esfuerzo financiero para reconstruir la fábrica, es así como se levanta un enorme edificio en su tradicional ubicación en la Isla Teja: contaba con 3 cuerpos de edificio de estructura sólida, y con un equipamiento semejante al de las fábricas europeas de la época. Poseía 9 bodegas subterráneas que ocupaban un área de 5000 m² con capacidad de almacenar 6 millones de litros de cerveza valdiviana. Sólo la Maltería ocupaba un edificio de 5 pisos.

Aun cuando los Anwandter concentraron de inmediato toda su capacidad económica y de trabajo en la reconstrucción de la planta, el incendio fue casi letal y les hizo perder un importante terreno en el competitivo mercado cervecero de Chile. Así en 1916 (27 Febrero), la familia Anwandter decidió vender un paquete mayoritario de acciones a la poderosa Compañía Cervecerías Unidas de Santiago (surgida tras la fusión de la fábrica de Andrés Ebner de Santiago, 1872; Cervecería Gustavo Keller de Concepción, 1874; la Otto Schleyer de Talca, 1884; la fábrica de cerveza y hielo de Augusto Gubler & Cousiño, 1883; la fábrica de botellas de Carlos Cousiño de Lota; y la Fábrica Nacional de Cerveza de Limache, 1891, compuesta por la fusión de Plagemann & Cía de Valparaíso y Hoffmann & Ribbeck), que a lo largo de la última década había logrado constituirse, a través de la compra de cervecerías en todo el país, en el principal actor del mercado.

La Cervecería Anwandter, fue absorbida por la CCU (1916), desaparece para siempre. La CCU mantuvo las instalaciones y proceso productivo, sin dejar de potenciar y consolidar sus sucursales en el resto del país, hasta que el 22 de Mayo de 1960, es totalmente destruida y asolada por el mega Terremoto de Valdivia.
Las escuálidas instalaciones y ruinas dejadas por éste, son adquiridas en 1967 por laUniversidad Austral de Chile (45.654 m²). La Casa y hogar de Carlos Anwandter –construida por Él mismo en 1861. Es Monumento Nacional desde el 29 Octubre de 1981- hoy alberga elMuseo Histórico y Antropológico Maurice van de Maele. Las ruinas y bodegas de la vetusta Cervecería Anwandter, hoy nidifica y eclosiona desde su historia, el Museo de Arte Contemporáneo de Valdivia…la memoria de Valdivia, tiene vida propia como los susurros del lecho del río…presente, vigente y mimado por el legado intangible y eterno del sacrificio de nuestros antepasados.

CERVECERIA KUNSTMANN

Cerveza KunstmannCon el objetivo de recuperar la tradición cervecera de Valdivia desaparecida tras el Terremoto de 1960, don Armin Kunstmann, Ingeniero Civil Químico, está dispuesto a emprender este desafío en su garaje a un costado de Molinos Collico junto a su familia en Septiembre de 1991 (sociedad familiar compuesta por su esposa Patricia Ramos, su padre Roberto, y sus tíos Germán y Gerardo Kunstmann). Cerveza de elaboración artesanal según el Edicto de pureza ‘Reinheitsgebot’ de 1516, dictada por Guillermo IV de Baviera. Nace así, la Sociedad Cervecera Valdivia Ltda. (1995), aquí comienza la producción industrial de la Cerveza Kunstmann. La planta sale del tradicional Barrio Collico y se instala en el Sector Toro Bayo en 1997 (actual planta). El 22 de Mayo de 1998, se realiza la primera partida de cerveza exportada directamente a Alemania, se comienza a incursionar en Nueva York, Estados Unidos y Japón (2001). En el año 2001 la cerveza valdiviana alcanza el 0,5% del mercado chileno. El 10 de Mayo del 2002, la Cervecería Kunstmann se asocia con la CCU (adquiriendo el 50% de la propiedad), nace la Compañía Cervecera Kunstmann S.A. Actualmente, la Compañía abarca el 10% del mercado nacional de Cervezas Premium, y su participación total del mercado, corresponde al 1%. La Planta valdiviana elabora la totalidad de la cerveza en la ciudad y se exporta a México, Colombia, Corea del Sur y Argentina. A partir el verano del 2002 se realiza la Bierfest Kunstmann Valdivia en el Parque Saval como parte importante del Programa Verano en Valdivia (fines de Enero, con elección de reina, concursos de pintura, saltos ecuestres, desfile, fiesta y juegos, concursos y cervezas). Este verano 2011 se dispuso de 20.000 litros de cerveza y la anfitriona fue la Kunstmann Anwandter Bier.

CERVEZA KUNSTMANN

Fiesta de la Cerveza Kunstmann ANWANDTER ORIGINAL BOCK: Kunstmann Bock. Cerveza de color café oscuro. Elaborada con mezcla de malta tostada, malta caramelo, malta rubia y lúpulo, 5,3º alcohólico.
TOROBAYO PALE ALE: Kunstmann Torobayo Ale de 5º alcohólico. Tipo irlandesa de color ámbar, de malta rubia y malta caramelo, lúpulo, levadura cepa ale de alta fermentación.
Kunstmann Anwandter KUNSTMANN LAGER: Cerveza rubia de baja fermentación y 4º alcohólico de malta rubia, lúpulo, agua y levaduras de cepas tipo Lager. Características: Suavidad y aroma a lúpulo.
KUNSTMANN HONIG ALE: Cerveza Miel, de color ámbar y 4,8º alcohólico de malta rubia, malta caramelo, lúpulo, levadura Ale, miel y agua.
KUNSTMANN GRAN TOROBAYO: Cerveza de color ámbar rojizo y 7,5º alcohólico de malta rubia y malta especial caramelo, lúpulo importado del sur de Alemania, finas levaduras Ale de alta fermentación.
KUNSTMANN LAGER ALKOHOLFREI: Kunstmann Sin Alcohol. Cerveza rubia de 0,5º alcohólico. malta rubia, lúpulo, agua y levaduras de cepas tipo Lager de muy baja fermentación.
KUNSTMANN LAGER UNFILTRIERT: Kunstmann Lager Sin Filtrar. Cerveza de color rubio dorado y de reposo prolongado.
KUNSTMANN WEISSBIER: Kunstmann de Trigo Cerveza de color blanco pálido, sin filtrar y de mezcla de cebada, trigo malteado.
KUNSTMANN ANWANDTER: Cerveza de tipo Edel Lager de 5,8º alcohólico, de Marcado sabor a cebada y lúpulo y malta.

FUENTE: http://historiadevaldivia-chile.blogspot.com/2011/05/cerveza-valdiviana.html

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